Servomotores MG995 y MG996R con engranajes de plástico

Hola, amigos. Hoy les quiero contar una historia de cómo fui engañado con unos servomotores que compré por internet. Resulta que necesitaba unos servomotores MG995 y MG996R para un proyecto de robótica que estaba haciendo. Estos servomotores son muy populares ya que tienen la ventaja de tener engranajes metálicos, lo que los hace más resistentes y duraderos. Pues bien, los encontré en una página web que los vendía a buen precio. Pensé que era una gran oportunidad y los compré sin dudar.

Cuando llegaron los servomotores, me di cuenta de que algo no estaba bien, el engranaje de salida tenía un color diferente a lo que yo conocía (normalmente el engranaje de salida es de color dorado ya que son de bronce), pero estos eran de color gris obscuro. Al abrirlos, vi que los engranajes internamente eran de plástico, no de metal. Me sentí estafado y engañado, sólo el engranaje de salida (la parte visible) era de metal. Esperaba un producto de buena calidad, ya que en otras ocasiones sí los había comprado a buen precio con engranajes completamente metálicos, pero esta vez me habían enviado unos de muy baja calidad. Me puse en contacto con el vendedor, pero me dijo que esos son los servomotores que se venden actualmente al más bajo precio, que los de metal son un poco más caros (pero acerca de ese detalle no me advirtieron al realizar la compra). Busqué en internet y vi que había otras personas que habían caído en la misma trampa. Al parecer, hay muchos vendedores que se aprovechan del desconocimiento y la falta de experiencia de algunos clientes acerca de los modelos MG995 y MG996R y venden unos con engranajes de plástico sin previo aviso, cuando se supone que siempre deben ser metálicos. Debemos tener en cuenta que estos servomotores tienen un torque relativamente alto, alrededor de 10 a 11 kg-cm, por lo que deben tener engranajes metálicos para soportar esa fuerza sin romperse; así se indica en la hoja de especificaciones. Los servomotores de buena calidad vienen con todos sus engranajes fabricados en bronce y por lo tanto pueden operar correctamente con el máximo torque.

¿Qué son los servomotores MG995 y MG996R?

Los servomotores son dispositivos que pueden girar en un ángulo determinado según la señal que reciben. Se usan mucho en robótica, modelismo, animatrónica y otras aplicaciones que requieren controlar el movimiento de forma precisa. Los servomotores MG995 y MG996R son dos modelos muy comunes, que se pueden encontrar fácilmente en tiendas online o físicas. Tienen un tamaño estándar, un torque de 10 kg/cm y un ángulo de giro de 180 grados. Además, son muy baratos, lo que los hace muy atractivos para proyectos de bajo presupuesto.

¿Cuál es el problema de los engranajes de plástico?

El problema de algunos de estos servomotores es que sus engranajes internos son de plástico. Esto significa que se desgastan con el uso, se rompen con facilidad o se deforman por el calor. Esto afecta al rendimiento del servomotor, que puede perder precisión, velocidad o fuerza. Además, puede provocar ruidos molestos o vibraciones indeseadas. En definitiva, los engranajes de plástico reducen la vida útil y la calidad de estos servomotores.

¿Cómo identificar los servomotores falsos?

Si el engranaje de salida es dorado (de bronce) es una buena indicación, es muy probable que todos los engranajes sean metálicos, aunque no es totalmente seguro. Si el engranaje de salida es gris obscuro, hay que tener más precaución, es muy probable que internamente sea de plástico. Aparte del color de los engranajes, también se los puede identificar por el peso, por ejemplo el MG996R metálico pesa 53.2 g, mientras que el de engranajes de plástico sólo pesa 48.1 g. También se puede usar un imán para detectar los engranajes metálicos sin desarmar el servomotor sintiendo la fuerza de atracción, en algunos casos es posible ya que los engranajes son magnéticos; en otros casos el imán no servirá ya que otros fabricantes usan bronce para los engranajes y este metal no reacciona al campo magnético. Para estar completamente seguro, lo mejor es desarmar el servomotor y verificar el material del fabricación de los engranajes.

¿Cómo podemos solucionar este problema?

Lo mejor es comprar servomotores con engranajes metálicos desde el principio, pero si ya tienes los servomotores con engranajes de plástico la solución más sencilla y efectiva es reemplazar los engranajes de plástico por unos de metal. Los engranajes de metal son más resistentes, duraderos y silenciosos. Además, no se deforman por el calor ni se rompen con facilidad. Hay kits de engranajes de metal que se pueden comprar por internet y que son compatibles con los servomotores MG995 y MG996R. El proceso de cambio no es muy complicado, pero requiere cierta habilidad y cuidado. Hay tutoriales en YouTube que explican cómo hacerlo paso a paso.

¿Cómo evitar el engaño?

Lo primero es estar atentos a las ofertas demasiado buenas para ser verdad. Si vemos unos servomotores a un precio muy bajo, hay que sospechar. Lo segundo es verificar la procedencia y la reputación del vendedor. Hay que leer las opiniones de otros compradores y ver si hay alguna queja o reclamación. Lo tercero, si es posible, es comprobar el producto antes de usarlo. Hay que abrir el servomotor y ver si los engranajes son metálicos o no. Si no lo son, hay que devolverlo o reclamar al vendedor. Si la compra se realiza por internet lo mejor es pedir al vendedor que verifique que los servomotores tienen todos sus engranajes metálicos, de ser posible que nos envíe una foto o video para comprobar la veracidad de sus afirmaciones (los buenos vendedores siempre deberían estar dispuestos a satisfacer esta necesidad del cliente).

Espero que esta historia les sirva de advertencia y que no caigan en el mismo engaño que yo. Los servomotores son una pieza clave para muchos proyectos de robótica y hay que asegurarse de comprar los adecuados. No se dejen engañar por los malos vendedores y exijan calidad. Espero que este post te haya sido útil y que te animes a realizar los proyectos con servomotores de buena calidad. Hasta la próxima.

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