Para enderezar tus anteojos metálicos sin dañar el marco o las soldaduras, puedes seguir estos pasos con cuidado:
- Inspecciona los anteojos: Antes de intentar cualquier ajuste, asegúrate de que no haya daños mayores que puedan requerir la atención de un profesional.
- Herramientas adecuadas: Utiliza un alicate con puntas de plástico para evitar rayar o dañar el metal. Si no tienes uno, puedes cubrir las puntas de un alicate normal con cinta adhesiva como protección.
- Protección adicional: Coloca un paño fino sobre la zona que vas a ajustar para proteger aún más los anteojos y evitar posibles arañazos.
- Ajuste suave: Sujeta con el alicate la parte torcida del marco, aplicando una presión leve y gradual. Gira el alicate en la dirección opuesta a la deformación, haciendo ajustes pequeños hasta que los anteojos vuelvan a su forma original.
- Calor moderado: Si los anteojos están muy cerrados, puedes aplicar un poco de calor con aire caliente (como el de un secador de pelo) para hacer el metal más maleable. Hazlo con mucho cuidado y a una distancia segura para no sobrecalentar el metal.
Recuerda hacer los ajustes poco a poco y con suavidad para no forzar el material. Si sientes resistencia o si los anteojos tienen un daño significativo, es mejor llevarlos a un óptico profesional para evitar daños irreparables. ¡Espero que estos consejos te sean útiles!